"Si dices lo que piensas sobre el Vaticano, sobre la
Iglesia Católica, sobre el Papa, sobre la Virgen, sobre Jesucristo, sobre los
santos, no te pasa nada. Pero si haces lo mismo con el Islam, con el Corán, con
Mahoma o con los hijos de Alá, te conviertes en racista y en xenófobo y
blasfemo y culpable por discriminación racial."
"Si eres occidental y dices que tu civilización es una
civilización superior, la más evolucionada que haya producido este planeta, vas
a la hoguera. Pero si eres un hijo de Alá o un colaboracionista suyo y dices
que el Islam siempre ha sido una civilización superior, un faro de luz, y si
según las enseñanzas del Corán añades que los cristianos hieden como las cabras
y los cerdos y los monos y los camellos, nadie te toca. Nadie te denuncia.
Nadie te procesa."
"Hoy está de moda darse golpes de pecho a cuenta de las
Cruzadas, echar pestes de Occidente a cuenta de las Cruzadas, considerar las
Cruzadas una injusticia cometida contra los pobres musulmanes inocentes. Pero
antes que una serie de expediciones encaminadas a reconquistar el Santo
Sepulcro, las Cruzadas fueron la respuesta a cuatro siglos de invasiones
ocupaciones vejaciones carnicerías. Fueron una contraofensiva para bloquear el
expansionismo islámico en Europa."
"No son sólo los Bin Laden, los Saddam Hussein, los
Arafat, los jeques Yassin, los terroristas que saltan por los aires junto a los
rascacielos o los autobuses. Son también los inmigrantes que se instalan en
nuestra casa y que sin respeto alguno por nuestras leyes nos imponen sus ideas.
Sus costumbres, su Dios."
"En todas las mezquitas de Europa la oración del
viernes va acompañada de la exhortación que incita a las mujeres musulmanas a
«parir al menos cinco hijos cada una». Y cinco hijos no son precisamente pocos.
En el caso de un inmigrante con dos mujeres, se convierten en diez. (...) Y no
me digáis que entre nosotros la poligamia está prohibida, porque mi indignación
aumenta y te recuerdo que si eres un bígamo italiano o francés o inglés
etcétera vas derecho a la cárcel. Pero si eres un bígamo argelino o marroquí o
paquistaní o sudanés o senegalés, etcétera, nadie te toca un pelo."
"Pensar ilusamente que existe un Islam bueno y un Islam malo, es decir
darse cuenta de que existe sólo un Islam, que todo Islam es una charca y que a
este paso terminamos todos ahogados en esa charca, va contra la Razón. No
defender el propio territorio, la propia casa, los propios hijos, la propia
dignidad, la propia esencia va contra la Razón."
* * *
"Para apagar el incendio, pues, nos hace falta ante todo y sobre todo
contar con Europa. Pero, ¿cómo hacer para contar con una Europa que es ya
Eurabia, que recibe al enemigo con el sombrero en la mano, lo mantiene e
incluso le ofrece el voto? ¿Cómo hacer para fiarse de una Europa que se ha vendido
y se vende al enemigo como una prostituta, que islamiza a sus hijos y los
entontece y los confunde desde el momento en que van a la guardería? En
definitiva, una Europa que no sabe razonar."
"A pesar de las matanzas con las que los hijos de Alá
nos ensangrientan y se ensangrientan desde hace más de treinta años, la guerra
que el Islam ha declarado a Occidente no es una guerrilla militar. Es una
guerra cultural. Una guerra que, como diría Tocqueville, antes que nuestro
cuerpo quiere atacar nuestra alma. Nuestro sistema de vida, nuestra filosofía
de la Vida. Nuestra forma de pensar, de actuar, de amar. Nuestra libertad. No
te dejes engañar por sus explosivos. Son sólo una estrategia. Los terroristas,
los kamikazes, no nos matan sólo por el gusto de matarnos. Nos matan para
doblarnos. Para intimidarnos, para cansarnos, para desanimarnos, para
chantajearnos. Su objetivo no es llenar los cementerios. No es destruir
nuestros rascacielos, nuestra Torre de Pisa, nuestro David de Miguel Ángel. Es
destruir nuestra alma, nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros sueños.
Es sojuzgar de nuevo a Occidente. Y el auténtico rostro de Occidente no es
América: es Europa."
"La libertad y la democracia, amigos míos, hay que
quererlas. Y para quererlas es necesario saber qué son y comprender qué
encierran ambos conceptos. El noventa y cinco por cierto de los musulmanes
rechazan la libertad y la democracia, no sólo porque no saben lo que es, sino
también porque, si se lo explicas, no lo entienden. Son conceptos demasiado
opuestos a aquellos sobre los que se basa el totalitarismo.
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