sábado, 28 de noviembre de 2015

Biografia de Mahoma



(Muhammad, Mohammed o Mahomet; La Meca, h. 575 - Medina, 632) Profeta árabe, fundador de la religión musulmana. La biografía de Mahoma, de la que se conocen muy pocos datos seguros, nos ha llegado envuelta en la leyenda. Su nombre primitivo fue probablemente Ahmad; nació en una familia pobre de la noble tribu de Quraish (acontecimiento que los musulmanes celebran con la fiesta del Mawlud). A los seis años quedó huérfano y fue recogido por su tío Abú Talib, al que acompañó en sus viajes de comercio.
A los veinticinco años Mahoma se casó con la rica viuda Jadicha, de quien era criado; Jadicha le dio una hija, Fátima, además de una posición social más desahogada como un comerciante respetado en la ciudad. Conoció, si bien superficialmente, las dos grandes religiones monoteístas de su época a través de las pequeñas comunidades cristiana y judía que habitaban en La Meca y quizá también por sus viajes de negocios. Con tan escasa cultura (pues probablemente era analfabeto) se permitió crear una religión que serviría de base para toda una cultura de difusión universal.
A los cuarenta años Mahoma comenzó a retirarse al desierto y a permanecer días enteros en una cueva del monte Hira, en donde creyó recibir la revelación de Dios -Alá-, que le hablaba a través del arcángel Gabriel y le comunicaba el secreto de la verdadera fe. Animado por su esposa Jadicha, comenzó a predicar en su ciudad natal, presentándose como continuador de los grandes profetas monoteístas anteriores, Abraham, Moisés y Jesucristo. Por entonces Mahoma se limitaba a predicar la vuelta a la religión de Abraham.
Mahoma consiguió sus primeros adeptos entre las masas urbanas más pobres, al tiempo que se enemistaba con los ricos. Cuando sus seguidores se hicieron numerosos, las autoridades empezaron a verle como una amenaza contra el orden establecido; se le acusó de impostor y comenzaron las persecuciones. Una parte de sus seguidores huyeron a Abisinia, en donde recibieron la protección del negus cristiano. Pero las amenazas a la seguridad de Mahoma llegaron hasta tal punto que, después de la muerte de Jadicha y de Abú Talib en el 619, decidió huir a Medina el 16 de julio del año 622. Se considera el momento de esa huida -la Hégira- como fecha fundacional de la era islámica.
En Medina, Mahoma tomó contacto con la comunidad judía, que le rechazó por su errónea interpretación de las Escrituras. Comprendió entonces que su predicación no conducía a la religión de Abraham, sino que constituía una nueva fe; de entonces data el cambio de la orientación de la oración, de Jerusalén a La Meca. Combinando la persuasión con la fuerza, Mahoma se fue rodeando de seguidores, que empezaron a practicar las razias contra caravanas y poblaciones del entorno como medio de vida. Estas escaramuzas (Badr, Uhud), elevadas a la categoría de batallas por la historia oficial, fueron descubriendo a los musulmanes la «guerra santa», el uso de la fuerza para someter y convertir a los infieles.
En Medina, Mahoma se convirtió en un caudillo no sólo religioso, sino también político y militar. Los enfrentamientos entre Medina y La Meca culminaron con la conquista de esta última ciudad por los mahometanos en el 630, fruto de la presión militar, de la negociación política y de convenientes enlaces matrimoniales (Mahoma se casó hasta con doce mujeres, nueve de ellas al mismo tiempo). El santuario de la Kaaba, piedra negra venerada en La Meca, fue inmediatamente consagrado a Alá. Poco antes de morir, Mahoma realizó una peregrinación de Medina a La Meca, que ha servido de modelo para este rito que todo musulmán debe realizar una vez en su vida.
Mahoma fue personalmente el creador de la teología islámica, que quedó reflejada en el Corán, único libro sagrado de los musulmanes; es una colección de sentencias que se suponen inspiradas por Alá y que fueron recogidas en vida del profeta y recopiladas hacia el 650.
En los dos últimos años de la vida de Mahoma el Islam se extendió al resto de Arabia, unificando a las diversas tribus paganas que habitaban aquel territorio. Eran un conjunto de tribus semíticas politeístas, cuyo continuo estado de guerra entre clanes les había impedido hasta entonces tener protagonismo alguno en la historia. A pesar de haber nacido en una región atrasada y marginal del planeta, y de proceder él mismo de un ambiente modesto, Mahoma convirtió a las belicosas tribus árabes en un pueblo unido y las embarcó en una expansión sin precedentes. Al morir Mahoma sin heredero varón, estallaron las disputas por la sucesión, que recayó en el suegro del profeta, Abú Bakr, convertido así en el primer califa o sucesor.


La verdad sobre el Islam y los musulmanes



¿Es Islam una religión de paz? Si es, ¿entonces por qué el Corán incita a practicar violencia contra los incrédulos? ¿Por qué los terroristas son casi únicamente musulmanes? ¿Por qué unas cuantas caricaturas en un periódico lleva a quemar embajadas, amenazar con asesinatos y bombas? ¿Por qué los musulmanes no se conforman con una coexistencia igual en Europa, sino se esfuerzan por conseguir la supremacía?

Aláh no es Satanás (el nombre e idea, el espíritu engañador sí es)
           
SI ERES UN MUSULMÁN:

Te han engañado! Satanás te ha engañado! Quédate tranquilo. Aclara la verdad. Si Islam es la verdad, aguanta la comparación. Si Jesús vive y realmente es Mesías, entiendes que va a pasar contigo, si no te averiguas la verdad? Qué puede ser más importante que la salvación de tu alma y de tus queridos? Tradiciones? Estatus? No hagas un error que te va a costar demasiado! Mira en árabe esta y esta pagina!

Todos los musulmanes por cierto creen que sirven y quieren servir a Dios todopoderoso. Dios en árabe significa Aláh (incluso esta cerca de la palabra en arameo "Elah")
Se cuenta historias como esta:
La historia dice que antes que comenzara el islamismo los sabeos de Arabia adoraban al dios luna que se casó con la diosa sol, quien dio a luz a tres diosas. Las llamaron Allat, Al-Uzza y Mannat. Ellas después llegaron a ser ídolos y en esa parte del mundo eran adoradas como "las Hijas de Alá". El dios luna era Alá. El era solo uno de los 360 ídolos de la Kaaba (casa sagrada de dios en el islamismo) en la Meca. Y Mahoma sabia todo esto. En el islamismo usan la luna creciente en todas partes. Inclusive el Ramadan comienza y termina con la luna creciente. Mahoma deseaba crear su propia religión. El necesitaba el apoyo de su tribu poderosa, así que escogió a Aláh, el dios luna que ellos adoraban, para que fuera el único dios. y él se declaró a si mismo profeta de Aláh!
En la década de 1950, excavaron un templo importante al dios luna en Hazor, Palestina. Allí encontraron dos ídolos del dios luna, lo cual prueba que Aláh fue una deidad pagana pre-islámica.
Pienso que esta mal y ofensivo decir así. Los árabes (de los cuales muchos son musulmanes, lamentablemente) son descendientes de Abraham y son nuestros prójimos y nosotros los cristianos no tenemos que hablar mal de nadie.

Satanás sabe mezclar la verdad y la mentira con habilidad (NOTA! Lo mismo pasa en el cristianismo apostata, "la ramera" que presenta la línea principal del cristianismo. Amado lector, ¿crees que eres mejor que los musulmanes? Valdría la pena comprobar si has sido renacido y bautizado y si tu fe es según la Biblia o según la mentira católica) Musulmanes por lo menos creen en el Viejo Testamento y en Jesús como profeta, el Corán hasta afirma que p.ej. Jesús nació de virgen (Sura 19:16-27; 21:91), vivía una vida sin pecado (Sura 3:35), hizo milagros (Sura 5:110-113) y que Él va a volver en el día de Juicio (Sura 4:159). Además le llama "Palabra de Dios" (Sura 3:44-45, 4:171) y hasta "Mesías" (Sura 4:171; 9:31; 3:44; 5:72). A la luz de esto es horrible que nieguen que Jesús es el Hijo Unigénito (eterno, no creado o nacido de una mujer) y que murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó. Esto es un hecho histórico bien documentado y justo acerca de esto todo el Viejo Testamento (en que supuestamente creen) habla (mira la lista de las profecías), y solamente la fe en esto puede dar la vida eterna! ¡Satanás ha obcecado los mentes de estos amigos queridos con una forma destructora!

Según Mahoma mismo, se le apareció el ángel Gabriel; o, por lo menos, así se le dio a conocer aquel ser espiritual. Pero, ¿era realmente el ángel Gabriel? Porque el auténtico ángel Gabriel anunció en la Biblia el nacimiento de Jesús cómo el Salvador e Hijo de Dios. Pero el ángel de Mahoma precisamente niega a Jesús como el Hijo de Dios.
En realidad de verdad hay un ángel que se presenta engañador, el cual se comporta como lo que no es; y el apóstol Pablo lo llama "ángel de luz", el cual es "el mismo Satanás" (2ª Cor. 11:14) seguir un falso profeta es el camino al infierno

En consecuencia, podemos deducir que Mahoma fue engañado por "el ángel de luz". Se llama Satanás. 

viernes, 27 de noviembre de 2015

Si dices.


"Si dices lo que piensas sobre el Vaticano, sobre la Iglesia Católica, sobre el Papa, sobre la Virgen, sobre Jesucristo, sobre los santos, no te pasa nada. Pero si haces lo mismo con el Islam, con el Corán, con Mahoma o con los hijos de Alá, te conviertes en racista y en xenófobo y blasfemo y culpable por discriminación racial."

"Si eres occidental y dices que tu civilización es una civilización superior, la más evolucionada que haya producido este planeta, vas a la hoguera. Pero si eres un hijo de Alá o un colaboracionista suyo y dices que el Islam siempre ha sido una civilización superior, un faro de luz, y si según las enseñanzas del Corán añades que los cristianos hieden como las cabras y los cerdos y los monos y los camellos, nadie te toca. Nadie te denuncia. Nadie te procesa."

"Hoy está de moda darse golpes de pecho a cuenta de las Cruzadas, echar pestes de Occidente a cuenta de las Cruzadas, considerar las Cruzadas una injusticia cometida contra los pobres musulmanes inocentes. Pero antes que una serie de expediciones encaminadas a reconquistar el Santo Sepulcro, las Cruzadas fueron la respuesta a cuatro siglos de invasiones ocupaciones vejaciones carnicerías. Fueron una contraofensiva para bloquear el expansionismo islámico en Europa."

"No son sólo los Bin Laden, los Saddam Hussein, los Arafat, los jeques Yassin, los terroristas que saltan por los aires junto a los rascacielos o los autobuses. Son también los inmigrantes que se instalan en nuestra casa y que sin respeto alguno por nuestras leyes nos imponen sus ideas. Sus costumbres, su Dios."

"En todas las mezquitas de Europa la oración del viernes va acompañada de la exhortación que incita a las mujeres musulmanas a «parir al menos cinco hijos cada una». Y cinco hijos no son precisamente pocos. En el caso de un inmigrante con dos mujeres, se convierten en diez. (...) Y no me digáis que entre nosotros la poligamia está prohibida, porque mi indignación aumenta y te recuerdo que si eres un bígamo italiano o francés o inglés etcétera vas derecho a la cárcel. Pero si eres un bígamo argelino o marroquí o paquistaní o sudanés o senegalés, etcétera, nadie te toca un pelo."
"Pensar ilusamente que existe un Islam bueno y un Islam malo, es decir darse cuenta de que existe sólo un Islam, que todo Islam es una charca y que a este paso terminamos todos ahogados en esa charca, va contra la Razón. No defender el propio territorio, la propia casa, los propios hijos, la propia dignidad, la propia esencia va contra la Razón."
* * *
"Para apagar el incendio, pues, nos hace falta ante todo y sobre todo contar con Europa. Pero, ¿cómo hacer para contar con una Europa que es ya Eurabia, que recibe al enemigo con el sombrero en la mano, lo mantiene e incluso le ofrece el voto? ¿Cómo hacer para fiarse de una Europa que se ha vendido y se vende al enemigo como una prostituta, que islamiza a sus hijos y los entontece y los confunde desde el momento en que van a la guardería? En definitiva, una Europa que no sabe razonar."
"A pesar de las matanzas con las que los hijos de Alá nos ensangrientan y se ensangrientan desde hace más de treinta años, la guerra que el Islam ha declarado a Occidente no es una guerrilla militar. Es una guerra cultural. Una guerra que, como diría Tocqueville, antes que nuestro cuerpo quiere atacar nuestra alma. Nuestro sistema de vida, nuestra filosofía de la Vida. Nuestra forma de pensar, de actuar, de amar. Nuestra libertad. No te dejes engañar por sus explosivos. Son sólo una estrategia. Los terroristas, los kamikazes, no nos matan sólo por el gusto de matarnos. Nos matan para doblarnos. Para intimidarnos, para cansarnos, para desanimarnos, para chantajearnos. Su objetivo no es llenar los cementerios. No es destruir nuestros rascacielos, nuestra Torre de Pisa, nuestro David de Miguel Ángel. Es destruir nuestra alma, nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros sueños. Es sojuzgar de nuevo a Occidente. Y el auténtico rostro de Occidente no es América: es Europa."

"La libertad y la democracia, amigos míos, hay que quererlas. Y para quererlas es necesario saber qué son y comprender qué encierran ambos conceptos. El noventa y cinco por cierto de los musulmanes rechazan la libertad y la democracia, no sólo porque no saben lo que es, sino también porque, si se lo explicas, no lo entienden. Son conceptos demasiado opuestos a aquellos sobre los que se basa el totalitarismo.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

El Islam no es una "religión" como las demás.

I. El Islam no es una religión como las demás. Amparado en las leyes de libertad religiosa existentes en todos los países de Europa, el Islam progresa a lo largo de todo el continente. Sus bases no están compuestas por europeos de origen sino por inmigrantes llegados de otros horizontes. Así, se da la paradoja de que una doctrina contraria al espíritu europeo, contrario a la legislación europea, contraria a los valores europeos, situada entre 400 y 800 años por detrás de la evolución del continente, puede extenderse, progresar y contar con todos los beneplácitos legales. Y sin embargo, el Islam no es una religión como las demás. Es la única religión que incluye entre sus presupuestos el extenderse mediante la guerra. Es la única religión, entre cuyos “pilares” se encuentra la guerra como forma de extender su influencia. Eso hace del Islam una forma supersticiosa, conflictiva, primitiva y ofensiva, completamente diferente a cualquier otra religión existente en la actualidad. De ahí que no pueda aplicarse al Islam por más tiempo el estatuto de libertad religiosa vigente en el continente. Hacerlo es equivalente a un país que facilita a quienes quieren destruirlo todos los elementos necesarios para hacerlo, empezando por la piqueta de demolición. II. No hay diferencia entre “Islam moderado” e “Islam radical”. El Islam es una superstición que ha demostrado a lo largo de la historia una increíble facilidad para deslizarse desde su vertiente moderada hasta los límites más extremos del fundamentalismo en cuestión de pocos años. En su área natural de expansión –el mundo árabe el Islam, en apenas treinta años, ha liquidado a casi todos los regímenes laicos, ha elevado barreras fundamentalistas, ha dado gigantescos pasos atrás en las costumbres sociales en esos países, ha desestabilizado regímenes, zonas y países y, finalmente, ha terminado amenazando a Europa, en donde su presencia se debe solamente a la llegada masiva de inmigración procedente de países árabes. Permitir la difusión y la expansión del Islam en Europa, aceptar que pueda tratarse de una religión como cualquier otra en el Viejo Continente, supone allanar el camino hacia la Yihad, facilitarla, hacerla posible y admitir la desestabilización en todo el territorio de la Unión Europea. Hacerlo en razón de que el “Islam moderado” no parece “peligroso” e incluso, ocasionalmente, se muestra dialogante, se ha revelado como un error: existen muchas posibilidades de que ese mismo Islam, moderado hoy, se convierta en intolerante e integrista mañana, que el imán que hoy predica “integración”, mañana truene en defensa de su “identidad religiosa” más extrema. ¿Es que no habéis visto en vuestras ciudades a hijas de familias islamistas que se comportan como cualquier otra chica de su edad y que, bruscamente, un buen día empiezan a utilizar el velo islámico y a distanciarse de las que hasta entonces habían sido sus amigas? ¿Es que no habéis conocido comunidades islámicas que han ido creciendo normalmente y que, de repente, son radicalizadas por un imán wahabita subsidiado? IV. No existe fórmula de “integración” posible con el islamismo. Las bolsas islámicas en Europa figuran entre las comunidades halógenas más subvencionadas. En Holanda primero, en el Reino Unido, en Francia, en España, en Italia, en Bélgica, los programas para lograr la “integración” del islam en las sociedades de acogida han fracasado, uno tras otro, estrepitosamente y, poco importa de dónde hayan procedido esas bolsas de inmigración, si del Magreb, si del África subsahariana o del mundo árabe. No ha habido –y es bueno recordarlo– ni un solo proyecto nacional de integración de la inmigración islamista, ni de derechas, ni de izquierdas, ni generoso, ni cicatero en la donación de subsidios, que se haya coronado con un mínimo éxito. De hecho, cuantos más fondos se dispensan a la cuestión, menos resultados se obtienen La gente tiene miedo de hablar contra el mundo islámico. Miedo de ofender, y de ser castigada por ofender, a los hijos de Alá. Puedes insultar a los cristianos, a los budistas, a los hindúes, a los judíos. Puedes difamar a los católicos, puedes escupir sobre la Madonna y Jesucristo. Pero ay del ciudadano que pronuncie una palabra contra la religión islámica.